Trabajo terminado en mayo del 2013, hecho a mano, bordado en hilo fino por Verónica Valenzuela.
Dedicado a mi primo Fernando Antonio Retamal Valenzuela:
"Más de una vez se aisló del mundo físico al que estamos encadenados por la fatalidad de la materia, ¡Que sueños , entonces ! Hubo distancia, espacios intercalados entre él y la familia, mientras absorto en la quietud de las aguas trataba de entender la angustia humana. Su corazón se detuvo repentinamente y su esencia inmortal quedó entre nuestras emociones"